El Pirata de Rock and Rios

Pedro Marín Cots

Me llegó por carretera con la canción de un abrazo en la portada. Dos CD y un DVD como regalo.  La memoria, el alma y el corazón de Miguel Ríos, 40 años después del Rock con el que rompió viejos guiones y nos contagió sus maneras de vivir. Sucedió en una noche redonda en la que cambió en España la celebración de la música con aires de libertad, de goce y comunión colectiva con ecos de aquel Woodstock en el que él militó. En Madrid y en Granada nos embrujó con la naturaleza robusta de su voz y aquel pantalón pirata al estilo de El temible burlón de Burt Lancaster. Fue su manera de dejar atrás al twist de Mike y el Himno de la alegría y de convertirse en Elvis de Granada y de nuestro rock.

No ha dejado Miguel de hacer con la música y con la vida planes de mañana, compañeros de viajar los mundos de cada día y de las palabras que dan la mano, dispuesto a mestizar la poesía, las atmósferas, los acentos, la emocionalidad de la vida. Y letras con convicción de ética y de esperanza, y de cada envite la rúbrica del lunar de una sonrisa contra la violencia, el veneno del caballo, la tensión de sobrevivir, las soledades a las que les falta una hora más de dormir para despertar.

A favor siempre Miguel de Granada y de todos de ir al parque, de abrir puertas, de aventurarse en la carretera, de que los hombres vuelvan a ser hermanos, de un blues para desnudar la noche, de la ciudad con todos sus espejos y sus sombras a la que ponerle ritmos para cómplices. Y a todo lo que acontezca un guiño de imaginación

Miguel, generoso, transparente, honesto de equipaje, con su aire de Bob Dylan cuando coge la guitarra y mira de soslayo, en forma de fondo físico para el disfrute y las batallas. De pie en la vida a la que darle nuestras manos, y sentir las suyas.

Es un inmenso regalo y honor compartir escritura en este cumpleaños de disco de Miguel con Manuel Vicent, Rosa Montero, Javier Bardem, David Trueba, Luis García Montero, Felipe Benítez Reyes, Manuel Jabois, Anni B. Sweet, Víctor Manuel, Rosendo, Lua Ríos, Rebeca Jiménez, Gay Mercader, Ariel Rot entre otros amigos elegidos a su alrededor para hacer libro de esta conmemoración de la que dirá de nuevo que es la despedida para luego volver, porque a él le pertenece la evidencia de que los viejos rockeros nunca mueren.

Grande Miguel al que más de una generación le debemos el sonido de la cultura a la que pertenecemos, su afecto personal y que con su Rock and Ríos, hiciese la mejor Constitución republicana del rock y de cada día: caminar iluminados por el amor, encontrar un nuevo sueño y vivir con dignidad.

Gracias por sumarme a la Banda, y que la música te siga querido amigo.

No os perdáis este Disco Libro. Os sentará de maravilla. GB